Deja atrás el bullicio del Malecón de Puerto Vallarta y sigue la carretera costera hacia el sur. En menos de treinta minutos, el ruido de la ciudad se disuelve en la brisa marina y el canto de las aves. En el kilómetro 18, donde el río Horcones desemboca en el Pacífico, llegarás a Boca de Tomatlán.
Conocido simplemente como Boca, este pueblo pesquero tiene raíces que se remontan al siglo XVI. Su nombre refleja tanto su geografía como su herencia: boca alude a la desembocadura de un río y Tomatlán significa “tierra de tomates”. Las pangas siguen meciéndose junto al muelle, el aroma de huachinango asado al mezquite flota en el aire y la vida avanza al ritmo que marcan las mareas y la selva.
Los lugareños reciben a los visitantes con sonrisas sinceras, y basta decir unas cuantas palabras en español para abrir puertas. A solo unos minutos de Puerto Vallarta, Boca ofrece historia y autenticidad: un mundo propio sin prisas.
Cómo llegar a Boca de Tomatlán
Llegar es sencillo: estás a unos 18 km al sur de Puerto Vallarta por la selvática carretera 200, trayecto que rara vez supera los cuarenta minutos. Elige el transporte que se ajuste a tu presupuesto y comodidad, y prepárate para la diversión que te espera en el muelle.

Autobús local
Toma el camión verde “Mismaloya/Boca” en la esquina de Basilio Badillo y Constitución, en la Zona Romántica. Deposita las monedas en la caja del chofer, confirma que el letrero del parabrisas diga “Boca” y busca asiento.
Las ventanas suelen ir abiertas para dejar entrar la brisa mientras el autobús serpentea hacia el sur durante 30-40 minutos, bordeando bahías entre acantilados antes de detenerse en un puente peatonal: la última parada. Cruza la carretera, baja por el sendero dos minutos y llegarás al muelle.
Es la forma más económica de llegar y, de paso, sentirás que tomas un minitour costero.
Taxi o Uber
Desde el centro, un taxi o viaje por aplicación cuesta aproximadamente MX$300-450 (US $23-29) y toma 25-35 minutos, según el tráfico. Dile al chofer “el puente de Boca” para que te deje en el mismo puente peatonal donde para el camión.
Después del atardecer escasean los vehículos, así que acuerda tu regreso con anticipación o pacta tarifa redonda antes de subir.
Auto rentado
Maneja al sur por la carretera 200, atento al kilómetro 12 y a la desembocadura del río a tu izquierda. Si el tráfico es ligero, el trayecto desde Puerto Vallarta toma unos 30 minutos. Un coche rentado te da libertad para explorar las playas al norte y al sur de este poblado costero.
Logística de regreso
Los camiones que vuelven a Puerto Vallarta pasan cada 15-20 minutos; espera sobre el hombro occidental y hazles la señal. El último suele salir cerca de las 11 p. m., pero el horario cambia según la temporada; confirma con el chofer al llegar.
Qué hacer en Boca de Tomatlán
Empieza tu visita ocupando una mesa bajo palapa junto al río, donde pescadores aún con las botas mojadas entregan la pesca del día: tu huachinango o los camarones llegan fresquísimos. Los platos cuestan entre 100 y 200 MXN, y el parrillero solo acepta efectivo, un pequeño precio por comer con vista a la selva y olor a sal.
Con el antojo resuelto, camina al muelle donde pangas turquesa y naranja se disputan lugar mientras los pelícanos se zambullen por las sobras, creando una escena viva que brilla a la hora dorada. Pasea despacio por la arena para observar cómo el río Horcones se mezcla con el Pacífico. Si quieres nadar un rato, hazlo del lado del mar, donde el agua es más clara.
¿Te late moverte? Súmate al sendero costero a Las Ánimas. Son 4 km con 230 m de desnivel y generalmente se recorren en menos de dos horas por tramo. Lleva calzado firme; la diminuta playa de Colomitos es ideal para refrescarse a mitad de camino.
Mejor época para visitar y aprovechar al máximo
Boca de Tomatlán recibe visitantes todo el año y cada estación tiene lo suyo. Noviembre a abril regala mañanas frescas y tardes templadas de unos 27 °C. El muelle hierve de pangas al amanecer y, durante la temporada de ballenas (diciembre a marzo), tu taxi acuático podría incluir avistamientos sorpresa.

El verano (junio a principios de octubre) pinta el paisaje de un verde intenso gracias a lluvias vespertinas, con menos gente: ideal si buscas tranquilidad. Incluso en agosto, cuando llueve más, los tours matutinos operan sin problema gracias a cielos por lo general despejados.
Mayo y octubre ofrecen una grata experiencia intermedia. Mayo trae el calor máximo con un mar comodísimo, mientras que octubre conserva la selva exuberante sin tantos aguaceros. Las familias prefieren el clima predecible del invierno; los aventureros disfrutan la calma de la temporada verde.
Tips y preparativos para viajeros inteligentes
Tras años de observar cómo se mueven los viajeros por este poblado costero, hemos aprendido algunos trucos que marcan la diferencia entre un día caótico y una aventura fluida:

• El efectivo manda. Lleva pesos de baja denominación para el camión, baños del muelle y mariscos frescos. Hay pocos cajeros y muchos vendedores no cambian billetes grandes.
• Los boletos de panga se pagan solo en efectivo. La mayoría de los taxis acuáticos regresan antes de las 6 p. m.; asegura tu lugar de vuelta temprano.
• Usa calzado adecuado. Sandalias con buena suela o tenis de sendero te dan firmeza en tablones mojados, piedras del río y veredas.
• Viste para protegerte del sol. Camisas de manga larga tipo rashguard y un sombrero amplio rinden más que untarte bloqueador cada rato.
• Conexión limitada. La señal celular se pierde en la selva; descarga mapas offline antes de salir de Vallarta.
• Mantente hidratado. Lleva por lo menos un litro de agua por senderista; el camino costero se asa al mediodía.
• Condiciones rústicas. No hay salvavidas y los servicios son básicos.
Estos pequeños preparativos hacen gran diferencia y te permiten concentrarte en el encanto del pueblo, no en contratiempos logísticos.
Recomendaciones de Vallarta Adventures más allá de Boca
Cuando estés en Vallarta, querrás explorar más de la Bahía de Banderas. Te sugerimos estos dos tours que salen de Puerto Vallarta y te llevan a lugares que la mayoría no conoce. Ambos mantienen grupos reducidos e incluyen transporte en barco.
Buceo en el Parque Marino Los Arcos
Partiendo de la marina, encontrarás los arcos de granito que emergen de la bahía: el Parque Marino Los Arcos. Al sumergirte descubrirás cuevas, túneles y arrecifes repletos de peces ángel, peces globo y cardúmenes de jureles.
En nuestro tour los grupos de buceo son pequeños, así tendrás espacio para explorar sin aglomeraciones. Nuestros Divemasters PADI te guían por profundidades de 9 a 18 m, ya sea que estés tomando confianza o buscando inmersiones avanzadas. De diciembre a marzo quizá pauses para escuchar bajo el agua el canto de las ballenas jorobadas.
Tour de día en la playa Majahuitas
Si prefieres ir más al sur, te llevamos a Majahuitas, una ensenada bordeada de palmeras a la que solo se llega por mar. Arena suave, aguas claras y selva de fondo crean el sitio ideal para un día de playa que se siente a kilómetros de la civilización.
Nosotros nos encargamos de todo. El capitán provee equipo de snorkel, paddle boards y kayaks, mientras nuestro chef asa tacos y ceviche ahí mismo. El bar abierto mantiene las bebidas frías todo el día. Después de comer, acuéstate en una hamaca o rema entre las rocas para buscar peces tropicales.
Por qué Boca de Tomatlán debe estar en tu itinerario de Vallarta
Este pueblo ribereño marca el encuentro del río Horcones con el Pacífico. Se siente la calma cuando las pangas chocan suavemente contra el muelle y el olor a huachinango asado perfuma la arena calentada por el sol.
En una sola mañana puedes saborear la vida pueblerina y luego explorar caletas selváticas más al sur. Ese doble papel—destino auténtico y puerta de entrada a más aventuras—distingue a esta joya costera de la franja hotelera de Puerto Vallarta.
Aunque Boca de Tomatlán tiene su propio encanto, nuestros tours salen diario desde Puerto Vallarta hacia múltiples rincones de la Bahía de Banderas. Consulta nuestra gama completa de aventuras y deja que nosotros nos ocupemos de los detalles para que tu exploración empiece en cuanto subas a bordo.








